Los pregones de un día en calle 11
¡Panadeeeeroooo! ¡El pan y la mantequillaaaa! ¡Panadeeeeroooo! Después de escuchar ese grito ahogado me levanto todos los días del mundo mundial a las seis en punto de la mañana o de la madrugada. A las seis de la mañana puede ser de la madrugada todavía para los remolones y para otros muchos también. Pero ese no es mi despertador. Mi despertador son los trabajadores de la galletería La Kary que desde las cinco de la mañana arman su sube y baja por las dos mejores cuadras de la calle 11 buscando café y encendiendo cigarros con las mismas manos con las que después van a cargar sacos de harina, amasar la masa, seleccionar las galletas que no estén quemadas y llenar los paquetes de 25.00 CUP que venden en los mercados ideales. Antes esos paquetes eran de dos tipos, uno de 10.00 CUP y otro de 20.00 CUP, y tenían un diseño exterior muy llamativo con el trigo amarillo de fondo y el nombre de la fábrica en rojo. Antes las galletas eran más crujientes. El perfecto cereal de...