Ponle corazón

Una visita inesperada recibió un destacamentos voluntario organizado con el fin de apoyar en determinadas labores productivas este 26 de Julio.

Todavía el sol no asomaba sus primeros rayos cuando aquellos cien jóvenes comenzaron, con sospechas, la labor acordada en los canteros del Organopónico de Fontanar, perteneciente a la Unidad Empresarial de Base Granja Boyeros. “Aquí viene alguien hoy”, era el murmullo reinante.

Este 26 de julio, en toda La Habana, se desarrollaron trabajos voluntarios en los principales polos productivos de alimentos agrícolas de la provincia, con la participación de jóvenes de las organizaciones de masas Federación Estudiantil de la Enseñanza Media (FEEM), Federación Estudiantil de la Universidad (FEU) y de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).

“Caballero esto no es para hacer paripé, miren todas esas cámaras”, decían mientras los no habituales periodistas preparaban trípodes, micrófonos y lentes. Las notificaciones en los celulares les alumbraban el rostro, y así pudieron distinguir a la del noticiero y al muchacho de Russia Today. La falta de luz y el cuchicheo de los que los repasaban con nerviosas miradas no les dejaban concentrarse en la tarea.

Estos destacamentos voluntarios se organizaron con el fin de apoyar en determinadas labores productivas donde pudieran aportar su esfuerzo, agilizar producciones y mantener el distanciamiento social. En el organopónico de Fontanar había que rellenar los canteros con abono, escardar las malas yerbas y recoger aquellos vegetales que adornan la mesa de la familia cubana.

Foto: MAHB.

Entonces se sintió el revuelo y el sol asomó su anaranjada circunferencia de luz. Por la lomita bajaba alguien vestido de azul y con una gorra que más tarde reconocieron del equipo Cuba de Pelota. Aquel que llevaba a una mujer de la mano, arrastraba a una comitiva indistinguible todavía.

Se detuvo en la primera loma de abono después de ofrecer unos rápidos saludos. Agarró la pala del cabo amarillo que no soltó hasta par de horas después. Saludó: “Buenos días muchachos”. Muchos lo veían por primera vez, otros lo reconocieron enseguida, algunos hasta sacaron sus celulares en vano por la bruma neblinosa del amanecer, aunque más tarde hubo tiempo, no solo para hacerse el selfie, también para conversar y hasta escuchar cantar al Presidente de la República de Cuba y Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien se unía al trabajo productivo junto con otros miembros del Gobierno. Luego se enteraron que por allá por el Cotorro el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, había hecho lo mismo.

Entonces comenzaron a distinguir a quienes entraban en los surcos. Con pulóveres rojos Roberto Morales Ojeda y Alejandro Gil Fernández. Más allá con una camisa de cuadros estaba Gerardo Hernández Nordelo. “El de los espejuelos es Torres Iribar, el Primer Secretario del PCC en La Habana”. Ya entre los jóvenes estaba la Segunda Secretaria Nacional de la UJC, Aylín Álvarez, quien se unió a la tropa que estaba sacando coles.

Aquellos minutos de curiosa admiración dieron paso a una intensa mañana. Nadie se podía quedar corto al lado del Presidente que no dejaba de echarle abono a aquellos canteros.

Anthony Gil William Arteaga, vicepresidente de la FEEM de la provincia de La Habana, fue su compañero de jornada. “Estar en el mismo surco con él es mi Moncada. Fue un momento grande, tenso, gracioso, arduo. Cuando se acercó solo sonreí. Me saluda: Buenos días. Me sentí con suerte. No dije nada. No esperaba un momento así. Los dos nos apoyamos tirándole tierra a aquellos canteros. Y a cada rato me soltaba: “Ponle corazón”.

- ¿Quién trabajó más? ¿Se recostó?

- Que va. Tuve que ponerme las pilas. Los dos, los dos estuvimos ahí ahí.

Anthony Gil William Arteaga no podía irse sin esta imagen. Foto: Cortesía del entrevistado.

Otra que no lo esperaba fue Maura Mestre Morales, presidenta de la FEEM de la provincia de La Habana. A ella le tocó recoger coles y habichuelas. “Llevamos un tiempo participando en este tipo de actividades. Salimos de la sede la FEEM a las cinco de la mañana, a la misma hora que Fidel. Anoche pernoctamos allá para poder estar temprano hoy aquí, ayudando al país”.

“Que el presidente nos estuviera acompañando demuestra lo cercano que es al pueblo. Estuvo presente físicamente al lado de los jóvenes, a 68 años de aquel histórico 26 de julio. Este día los jóvenes que estamos aquí reafirmamos nuestro compromiso con aquella causa y con la Revolución cubana. Hoy ni las santanillas nos detuvieron”.

Otro que tuvo un exigente compañero a su lado fue Alejandro Sánchez Fernández, Secretario de la UJC de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana (UH). “Las condiciones de la Pandemia imposibilitaron la realización de los tradicionales actos en conmemoración del Día de la Rebeldía Nacional. La FEU de la UH nos pidió que colaboráramos en este trabajo voluntario, moviendo la tierra, cargando vagones, rellenando canteros. Anoche estaba de guardia en la Universidad y hoy estoy aquí”.

- ¿Con quién te tocó?

- Con el Primer Secretario del PCC de La Habana, que se destacó.

Al subir el sol comenzaron a hacerse atractivas las sombras de los árboles de las cercas. Llegó agua y merienda para todos. También llegó el momento de los selfies mientras algunos viraban las cajas para sentarse y otro cargaba un bafle que acomodó por ahí. Un pomo de agua llegó a manos del Presidente y hasta se tiró un poco por arriba. Le alcanzaron un micrófono y comenzó una charla devenida en repaso de historia, reafirmación de principios, conferencia sobre el panorama de la economía cubana actual, recordatorio de los protocolos higiénicos, informe sobre la situación actual de la Covid-19 y enérgica condena, una vez más, al injusto bloqueo y a las asfixiantes 243 medidas aplicadas por Donald Trump. A su izquierda el hombre que estuvo 17 años preso en Estados Unidos, el hombre que regresó el 17 de diciembre, el que portó aquella medalla de Héroe de la República que el General de Ejército Raúl Castro Ruz se quitara de su uniforme para colocarla en su pecho, el actual Coordinador Nacional de los Comité de Defensa de la Revolución.

Foto: MAHB.

Allí se habló de todo. Improvisó décima un repentista quien “en el acto de vivir, calculando su presente, quien le iba a decir, que un día iba a improvisar delante del presidente”. Sosa cantó la Bayamesa y esa canción, el mambí, que le oprime el pecho a los patriotas. Ray Fernández la cogió con las lanchitas: “Johnny Deep no hace ningún comentario, sabe que, a cada corsario, después de pasar la nota, los cambiarán por compota o por papel sanitario”. Y luego de las aplaudidas palabras leídas por Arleen Rodríguez Derivet, aquellos que llegaron en comitiva se despidieron momentáneamente del surco para dirigirse a sus respectivas administraciones y seguir construyendo a Cuba Viva.

Fotos: MAHB.
Fotos: MAHB.

 

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