La dictadura del Algoritmo

 Interprétese como quiera: Debido a la esclavitud temporal -aunque lo hago más urgente que muchos colegas que me precedieron, y también más tarde que mis semejantes en las redes sociales de Internet-, y por la falta de necesidad de estar conectado, quizás por falta de datos, quizás por falta de interés, es que llegan tarde aquí, al mismo escenario del algoritmo, estos comentarios a modo de minúscula reseña de ese breve (pero intenso) libro que es La dictadura del Algoritmo. Un libro urgente que ofrece otro análisis sobre el fenómeno de las Redes Sociales. Paradójico!
De Javier Gómez Sánchez conocí por primera vez, tal y como le sucedió a algunos de sus actuales allegados, por la red social Facebook. “¿Y ahora quién es este?”, me pregunté. Sus criterios lo motivaron a colocarse en las filas de un grupo de activistas que ha decidido tomar las redes sociales por asalto, y como dijo Michel Torres Corona, conductor del programa Con filo y director de la Editorial Nuevo Milenio. -quien entre chiste y chiste se encargó de la presentación-, “mostrar sus verdades sobre Cuba y sus realidades”. Michel sabiamente además, lamentó no poder contar con la presencia del rector del Instituto Superior de Arte José Ernesto Nováez por razones de trabajo.
Estudioso -Javier- de aquello que sucede, había presentado a mediados de 2021 un documental al que tituló «La dictadura del algoritmo», una sentencia que escuchó de la doctora Rosa Miriam Elizalde, quien citaba las palabras del canciller Bruno Rodríguez Parrilla en un evento internacional.
“La idea es explicar las redes sociales, y su funcionamiento psicológico y político en la sociedad cubana”, dijo durante el encuentro de la tarde del 4 de mayo en la galería El reino de este mundo, de la Biblioteca Nacional José Martí. La misma Dictadura del Algoritmo Página Oficial añadió que “Las redes sociales dan la posibilidad de conocer e interactuar con muchas personas, de llegar a grupos que por las vías cotidianas se hace imposible, y sino muy complicado. Esta es justamente una de las potencialidades de las redes, que se trastoca en el mayor riesgo. Se trata de entender que en las redes estamos encerrados por los algoritmos y vemos lo que está determinado ver en las burbujas que nos clasifican”.
Contó que a mediados de 2020 comenzó a preparar las primeras entrevistas, las cuales se grabaron justo el 26 de noviembre, la víspera de lo que el mismo Javier define como un intento de golpe blando, pero que marcó el inicio del movimiento 27N. Su intento se anticipa incluso, a los acontecimientos del 11J.
Se seleccionaron los 14 entrevistados implicados “a partir del conocimiento que tienen del funcionamiento de las redes, de la guerra mediática y cultural y/o por la experiencia de los mismos. El entonces ministro de Comunicaciones, Jorge Luis Perdomo Di-Lella; Rosa Miriam Elizalde y Pedro García Espinosa abordaron el tema desde el análisis comunicacional y demográfico; aquellos estudiantes que eran Arianna Álvarez y Pedro Jorge Velázquez (quienes estuvieron en la presentación) ofrecieron la visión de esos jóvenes insultados y ofendidos por expresarse en defensa de la ideología de la Revolución cubana; Arnaldo Rodríguez e Israel Rojas, lo hicieron desde la militancia artística; Rodrigo Huaimachi (también presente) como bloguero y coordinar de espacios fuera del escenario digital; el exagente de la Seguridad del Estado Raúl Capote; Karima Oliva, y su preocupación por el secuestro y la utilización de las causas sociales; Yailín Orta alerta de las brechas aprovechadas por otros; Iroel Sánchez (en el público durante la presentación), experto en Guerra cultural; Jorge Enrique Torralbas, quien desde la academia aborda el efecto psicológico de la manipulación; y Michel que es un tipo que no para de hacer chistes, recomendó la entrevista de Ernesto Estévez Rams, que describe los mecanismos mediáticos de irritación.
La dictadura del algoritmo es un libro de preguntas y respuestas que tiene como valor agregado un exquisito complemento reflexivo de otros cientistas sociales: Atilio Boron («La dictadura del algoritmo ofrece un análisis muy exhaustivo del mundo de las redes digitales y su utilización para “formatear”, valga la metáfora, la conciencia de las sociedades contemporáneas de modo tal que profundice la sumisión a los dictados de las clases y grupos dominantes»), Enrique Ubieta («Nos invita a reflexionar, pero también a actuar. A preservar nuestra identidad, y a crear formas novedosas, capaces de tocar resortes emocionales y racionales en defensa de la verdad, la que coincide con los hechos. Lo recomiendo»), Fernando Buen Abad («No deja dudas sobre las necesidades y los retos de luchar contra las maquinarias productoras de “algoritmos” hegemónicos y nuestras relaciones asimétricas ante las tecnologías que, siendo grandes avances del conocimiento, simultáneamente son armas de guerra ideológica contra los pueblos»), Pedro Santander, Kenneth Fowler, Jon E. Illescas.
Según el propio Javier, el experto en comunicación política García Espinosa, fue clave para abordar huellas sensibles en la población cubana, como parte del proceso dialéctico de la Revolución, que son explotadas políticamente. Añado para el debate, un párrafo tomado de las respuestas de García Espinosa, al cuál el avizor Gómez Sánchez se refirió con mucho interés: “Soy de los que creo que además de escuchar las historias y aprender de ellas también es importante tener vivencias. Esa ausencia de experiencia de periodos anteriores, combinada con las vivencias a partir de los noventa, van modelando una manera de pensar, una manera de actuar. La Batalla de Ideas, con todo, impregnó un nuevo aire y nuevas oportunidades a esas macrogeneraciones que nacieron, crecieron y resistieron aquí, junto a sus padres, los embates del Período Especial. Más que una batalla, fue una etapa para cambiar todo lo que debía ser cambiado, e intentó enseñar a pensar y repensar el valor de lo humano, de reconocer la importancia de las partes en el todo, la importacia que tenían en esas macrogeneraciones en la construcción de la Cuba socialista del siglo XXI. Sin embargo, y de repente, dijimos que eso era un enorme costo económico para el país. La pregunta a la luz de hoy sería: ¿cuál ha sido el costo político de haberlo visto como un costo económico?

PD: Ocean Sur ofreció un ejemplar gratuito del libro a los participantes.

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