Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2023

Ángel de mis ensoñaciones

La carta original se la envió Honoré de Balzac a Eva Hanska. Yo hoy he decidido modificarla, adaptarla.  Ángel de mis ensoñaciones, No estoy loco por ti, pero te pienso, y pienso en ti con cariño, como la hermosa e inquieta niña mimosa que eres. No estoy loco por ti, ni esperanzado por ti, pero quiero que sepas que a veces cuando estoy uniendo dos ideas, me vienes a la mente, y falla la conexión, y se interponen tus ocurrencias, y pienso en tus cuestionarios, dices que encuestas, pero cuestionarios al fin. A veces solo pienso en ti, y en nada diferente a ti. A pesar de mi presente, mi imaginación me lleva hacia ti. No te agarro, ni te beso, ni te acaricio, mis pensamientos no son sexuales; te admiro, te aprecio, te rodeo con mi mirada, te someto a mi presencia y busco en mis ensoñaciones lo que tanto hablamos y me lo repito, y a veces creo que es un credo y tengo que parar; no eres divina, pero te comportas como una Diosa Coronada. Si, lo sé, eres real y perfectamente imperfecta. Pero

¿Qué tienes?

 ¿Qué son las verdaderas ganas? ¿Qué es el verdadero deseo? ¿A quién pertenecen las ganas y el deseo, a quién las siente o a quien las provoca? ¿Qué tienes, qué tenemos, qué nos pasa? Ay de lo que nos pasa, Ay de lo que nos amarra! Esta cuerda dura de realidad que nos ata, nos hiere, nos complace. ¿Queremos que nos siga ahogando? Pero, ¿dónde queda el placer? Estar herido así, es doloroso. Nos condena. Nos desangra. Nos quema. Pero no quiero separarnos. Quiero me ate este nudo y nos condene. Quiero que la cuerda de tu presencia en mi vida me ahogue. Quiero que la presencia de tu mirada en mi vida me fulmine como un rayo. Quiero morir tantas veces como te sepa mía, y renacer como Fénix, totalmente encendido para quemar, evaporar tu presencia, y que me extingas. Fuego apagado, animal renacido.  ¿Qué tienes? que me envicias. ¿qué miras? que no miro ¿qué tocas? que no es a mí. He hallado muchos motivos para alegrarme de tu presencia en mi vida. Y no son tus ojos, es tu cerebelo. No es tu b