¿El argumento conspiranoico ha puesto en crisis a la dialéctica científica?

Por: Manuel Alejandro Hernández Barrio

Una vida sin examen no vale la pena vivirla.

Sócrates.

El nuevo ídolo de los conspiracionistas se llama Karles Toráh. Con 18 años lo vinieron a buscar lo que él llama, "las élites", debido a su linaje familiar, supuestamente oriundo de Israel. Un rompecabezas para niños: La Torá (en hebreo: תּוֹרָה‎ Torah, lit., «instrucción, enseñanza, doctrina») es la compilación de los primeros cinco libros de la Biblia hebrea, específicamente los libros del Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio (según Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Tor%C3%A1). Dice en este video, https://youtu.be/2PdKIV2RthM, que por su apellido pertenece a un linaje de élite y que desde su tatarabuelo, en su familia se han negado a pertenecer a esas élites, y que cuando lo vinieron a ver con 18 años y le preguntaron si quería conocer porrqué había sido escogido aceptó de inmediato.  Se hizo famoso en esa primera entrevista: Worldcast #63 | Karles Toràh - Viaje Antártida, Sociedad Secreta, Simulación, Seres Humanoides... Dice que pasó 36 años de su vida trabajando para las agencias élites, de las que son "ligth", y que con 50 años decidió salirse porque tenía el privilegio de pertenecer al linaje, y que por eso podía salirse luego de cumplir con el contrato.

El terraplanismo que este señor defiende consiste en que la tierra es, obviamente, plana, y que el mundo conocido está limitado por un muro, que no es un muro como el de hielo de The Game of Throne, sino como un continente helado de unos 3 mil kilómetros de ancho, con canales de entrada y salida al más allá del muro, y con mesetas de 3 mil kilómetros de diámetro en la que se han realizado y se realizan las expediciones conocidas.

Cuenta este señor que su última misión fue un viaje a la Antártida que consistía en la recogida de unas "balizas climatológicas", localizadas en determinados puntos. Su viaje inició en el piso -7 del CERN suizo, de allí a la Patagonia, de esta a la ciudad de Ushuaia en Argentina que es el mejor punto de partida para llegar en barco a la Antártida, debido a ser el más cercano a la Antártida (unos 1.000 kilómetros), de ahí a Australia, de ahí a Tasmania desde donde salen los barcos (Hobart) durante 2.600 kms hasta la Antártida.

Ya en la Antártida llegaron a la base McMurdo (en inglés: McMurdo Station, cuyos residentes llaman Mac-Town) propiedad de Estados Unidos, localizada en el extremo sur de la isla de Ross, a orillas del estrecho de McMurdo, y a 3500 km al sur de Nueva Zelanda. Según Wikipedia: operada por el Programa Antártico de Estados Unidos, una rama de la Fundación Nacional para la Ciencia. La base es la comunidad más grande en la Antártida, con capacidad para 1258 residentes,2​ y sirve como estación de investigación científica. Desde McMurdo viajaron hasta la base Amundsen-Scott, otra estación de Estados Unidos que se encuentra prácticamente en el polo sur geográfico. Es el lugar más meridional del planeta. Está habitado de manera permanente. Según Wikipedia: Su nombre honra a Roald Amundsen y a Robert F. Scott, los primeros que alcanzaron el polo sur en 1911 y 1912, respectivamente. La base cuenta con un aeropuerto denominado Aeródromo Jack F. Paulus con una pista de 3658 m de longitud, que entre octubre y febrero de cada año recibe varios vuelos diarios de aviones equipados con esquíes desde la base McMurdo para el transporte de suministros, operación colectivamente denominada Deep Freeze. Finalmente, fueron hasta IceCube, un experimento de astrofísica de partículas que se terminó de construir en 2010. Según Wikipedia: un telescopio de neutrinos situado en la estación Amundsen-Scott del Polo Sur. Compuesto por más de 5.000 módulos digitales ópticos suspendidos en un kilómetro cúbico de hielo enterrado en el subsuelo del Polo Sur.

Desde este último lugar, lugares que todos están fotografiados y documentados en todo internet, Karles Toráh, y la expedición que le acompañaba (eran en total 8 hombre) parten a buscar la última Baliza climatológica, la cual se encuentra en lo que los jefe de la operación denominaron Zona Muerta.  Partieron por 80 kilómetros más y cuenta Karles que a medida que avanzaban aparecía en el horizonte un cuadrado, el cual supusieron desde un inicio debía ser un holograma. Al llegar a unos 800 metros del cuadrado, decidieron rodearlo, tenía unos 3 kilómetros de ancho, al girar los helicópteros vieron que la pared seguía por 3 kilómetros más, y antes de llegar al final de esos 3 kilómetros los helicópteros se detuvieron y tuvieron que aterrizar forzosamente. Como estaban a unos 80 metros del final decidieron ir caminando y al girar, de nuevo la pared de aquello que enseguida se percataron podría ser un cubo ya que tenía un alto que parecía también de unos 3 kilómetros.

Ya del lado de allá de ese cubo se abrió una especie de portal del que salieron 3 seres de energía, de unos 3 metros de alto, con vestidos, que les comunicaron telepáticamente que debían irse de allí. Karles asegura, con sus incongruencias y desfases, que tuvo curiosidad de tocar el cubo, pues pensó que era un holograma y que los habían metido a todos en una especie de programa experimental: "Casi me meo encima. Lo toco, cierro los ojos y era una pared, no era dura, era como una gelatina, veo cómo se mueve la pared como si fueran ondas. Lo atravesé, de cara a los de fuera, yo estuve solo una décima de segundo. El espacio-tiempo dentro del cubo no es el mismo que tenemos aquí en la Tierra, estuve aproximadamente 4 horas ahí y aquí sólo fue una décima de segundo".

En el cubo, el exagente aseguró que se encontró con otras dos versiones de él mismo con quien habló, una con 30 años menos y otra con 30 años más: "Tuve una charla con mis tres yo, aparecí en otro simulador, fuera de este simulador que llamamos Tierra y tuve una experiencia trascendental, como las que son cercanas a la muerte, que luego regresan. Esto me hizo cambiar lo que soy yo, mi carácter y mi forma de ser y de pensar", concluyó.

Karles sostiene más o menos de forma similar las mismas ideas en todas sus entrevistas y siempre asegura que le permiten hablar de todo esto, pues los que se lo permiten saben que nadie le creería: 

2. Jeffrey Epstein: Su "Muerte" y la Lista Completa | Sin Miedo Al Éxito Ep.22: https://youtu.be/sfKjWdihJSw

3. Después vuelve a la carga sobre el tema junto con Mr Empírico, o Mickey Mouse por la risita y la forma de la cara en Mr. Tartaria y Mr. Empírico: Tierra Plana, Antártida y Resets | Sin Miedo Al Éxito Ep.24: https://youtu.be/i2l09lAJmBU.

4. Y repite la dosis desde donde empezó en Worldcast # 70 | Mr.Tartaria y Mr. Empírico - Los Púrpura, Abducciones, Cría de clones...: https://youtu.be/Fh9t_l9UWPo.

No me detengo mucho más en esas 8 horas de ciencia ficción para llegar con urgencia al asunto de la pregunta del título. 

Esos han sido los 4 videos más populares relacionados con el señor Karles Toráh, que me parece una versión barata y burda del personaje novelesco de Juan José Benítez que viajó en el tiempo para conocer la vida de Jesús de Nazaret, desde la perspectiva de un periodista que trabaja para los servicios especiales de inteligencia de "las élites" del siglo XX. Los libros de J. J. Benítez presentan una versión de la vida de Jesús, basada en obras esotéricas como Las cartas de Ummo o el Libro de Urantia, que difiere de las creencias y doctrinas del cristianismo. Se ha cuestionado que intente presentarse como un texto histórico, si bien el autor ha manifestado que se trata de una novela inspirada en investigaciones propias.

Pero Karles Toráh es un personaje, pero no uno de ficción, sino el de una farsa, creada por sus lecturas y conocimientos acerca de la realidad. Es un ser humano con mucha imaginación, eso sí. A partir de su fama, obtenida por los Like de las redes sociales, Jordi Wild lo anuncia como invitado a debatir en su The Wild Project Especial Verano DEBATE CONSPIRANOICOS VS CIENCIA, con Rocío Vidal (La Gata de Schrödinger) y Javier Santaolalla, por el bando científico; y con Carles Torah (Mr. Tartaria) y David Rimbel35 por la parte de los Conspiranoicos. El debate comienza justo aquí: https://youtu.be/4AkzacJ965k?t=28750.

Antes de este debate, que mientras esto escribía ya tenía 4.298.768 de visualizaciones, Javier Santaolalla Camino (Burgos, 31 de agosto de 1982) físico, ingeniero, doctor en física de partículas y divulgador científico español, quien en el pasado reciente formó parte del equipo que descubrió el bosón de Higgs a través del Experimento CMS Gran Colisionador de Hadrones, el acelerador de partículas más grande y de mayor energía que existe y la máquina más grande construida por el ser humano en el mundo, publicó en su canal de YouTube el siguiente video Jordi Wild, Mr. Tartaria, Rocío y Rimbel | LAS CLAVES DEL DEBATE: https://youtu.be/klTwKe6xTts.

En esta antesala del debate el físico llamó a las conspiraciones pseudociencias a las que hay que tratar con pensamiento crítico, rigor científico y filosofía. Y en su intento y constante búsqueda del conocimiento intentó enseñarnos a responderemos a preguntas esenciales: "¿En qué podemos creer?" y "¿Qué herramientas tenemos para distinguir la verdad?". Para ello, propuso la siguiente Bibliografía:

-Desinformación y guerra política: Historia de un siglo de falsificaciones y engaños (Thomas Rid)

-La segunda guerra mundial contada para escépticos (Juan Eslava Galán)

-El dominio mental: La geopolítica de la mente (Pedro Baños)

El esperado debate fluyó, como bien lo anunció Jordi Wild, entre cócteles y una piscina. Con las imágenes enmarcada de Albert Einstein y Marie Curie, en el bando de la ciencia; y con un reptiliano, y la pirámide del ojo que todo lo ve del reservo del billete de 1 dólar estadounidense, tan llevado y traído en temas conspiracionistas. El programa se puso intenso, sí. Y tuvo un cara a cara atrevido, sobre todo por las caras del mismo Jordi Wild, las de David Rimbel, y el estoicismo de Santaolalla. En el encuentro se intentó hablar de todo. Lastimosamente Jordi lo suprimió para priorizar unas tertulias entre amigos anteriores y posteriores que no aportaron mucho al gran especial de verano.

Rocío Vidal lo cuestionó todo. Es periodista de formación y mostró un soberbio control de los detalles sobre toda la narración de Karles Toráh quien se justificó uno y otra vez alegando que él y su linaje no importan, que lo que importa es lo que él dice. La perspicacia de la Gata de Schrödinger fue a por la más mínima falla en el discurso y por ahí colaba una capciosidad.

¿Qué pasa siempre con los conspiranoicos que fue precisamente lo que le pasó a Karles Toráh?  Que no tienen pruebas físicas para lograr el convencimiento de los que tenemos algunos libros en casa, porque como dijo Rocío en el debate, o la muestra se perdió, o no se consigue la autorización a tiempo, y siempre es un rollo para mostrar la evidencia. Un detalle que frente a los siglos de razonamiento de la ciencia no tiene competencia. ¿Por qué pasa? Según Javier Santaolalla por el elitismo de la ciencia. Pero, pasa por la baja calidad educativa de estos tiempos. Pasa por el desinterés en la construcción certera de conocimiento. Pasa por el tumulto de literatura facilista y simplona existente. Pasa por el democrático y no regulado acceso de todos a todas las redes sociales. Pasa por el populismo. La lista es larga.

Pero dejemos que sea el mismo Santaolalla quien nos responda por qué suceden y para qué sirven hoy estos enfrentamientos retóricos entre terraplanistas y heliocentristas, o entre ciencia y conspiración, o entre razón y paranoia. Posteriormente al debate, el mismo Javier Santaolalla publicó una reflexión ¿Hice bien ayer en el debate de The Wild Project?: https://youtu.be/bUFGNFH0vnc. Reflexión que es el centro de este post.

¿Qué es la Razón? La facultad del Ser Humano de pensar, reflexionar, para llegar a una conclusión o formar juicios de una determinada situación o cosa. Es el argumento que prueba algo. Es la causa del proceder de una persona. En base a esta conceptualización, comienza definiendo Javier Santaolalla su posición: “Gracias al cúmulo de argumentos y evidencias y pruebas físicas que hoy existen, podemos sobrepasar la fase de la infancia de la humanidad en la que necesitamos tocas o ver para creer”.

¿Qué pasa con la razón? ¿En qué contexto nos encontramos? Javier ataca a la ciencia, de la que él es parte, llamándola elitista. Y añade que el argumento no científico ha ganado terreno generando una crisis de credibilidad que aísla a la ciencia y al gremio científico, debido a que la posición defensiva en muchos de esto casos es el argumento de autoridad, el cual ante la actual crisis de credibilidad no funciona para mantener el posicionamiento elitista que, por la cerrazón, aplica ejercicios de censura que no son democráticamente satisfactorios.

¿Dónde está el problema? Según Santaolalla, “en aquellos que desgastan los pilares de la sociedad, que laceran el pacto social, que abusan del poder que les hemos otorgado, que prostituyen las instituciones que velan por la buena convivencia de los ciudadanos y están erosionando lo que se ha conseguido por los derechos de los ciudadanos por una sociedad más libre y más justa”.

Para ampliar la problemática a la que Santaolalla se refiere, añado lo que en 1895, Gustave Le Bon, en el Prefacio a su estudio sobre la mente popular, Sicología de las Masas, declaró: “Al estudiar un fenómeno social, es necesario considerarlo sucesivamente bajo dos aspectos muy diferentes. Al hacerlo, se verá que con mucha frecuencia que lo enseñado por la razón pura es contrario a lo que enseña la razón práctica. Apenas si hay datos – incluidos los físicos – a los cuales esta distinción no sería aplicable. Desde el punto de vista de la verdad absoluta, un cubo o un círculo son figuras geométricas invariables, rigurosamente definidas por ciertas fórmulas. Desde el punto de vista de la impresión que causan a nuestros ojos, estas figuras geométricas pueden adquirir formas muy variadas. Por la perspectiva, el cubo puede transformarse en una pirámide o en un cuadrado; el círculo en una elipse o en una línea recta. Más aún, la consideración de estas formas ficticias es por lejos más importante que la de las formas reales, puesto que son ellas –y ellas solas– las que vemos y a las cuales podemos reproducir en fotografías o en dibujos. En algunos casos hay más verdad en lo irreal que en lo real. Presentar los objetos en su forma geométrica exacta implicaría distorsionar su naturaleza y volverla irreconocible. Si nos imaginamos un mundo en el cual sus habitantes sólo pudiesen copiar o fotografiar objetos, pero estuviesen imposibilitados de tocarlos, sería muy difícil para esas personas obtener una idea exacta de la forma de dichos objetos. Más todavía: el conocimiento de estas formas, accesible sólo a un reducido número de personas instruidas, despertaría un interés sumamente restringido. El filósofo que estudia fenómenos sociales debería tener presente que, al lado de su valor teórico, estos fenómenos poseen un valor práctico y que éste último es el único importante en lo que concierne a la evolución de la civilización. El reconocimiento de este hecho debería volverlo muy circunspecto en relación con las conclusiones que la lógica aparentemente le impondría a primera vista”.

¿Qué hay que denunciar entonces? Ataca Santaolalla: “La denuncia es hacia aquellos que nos mienten, se burlan y juegan con nuestros derechos, los que socavan la Fe en el orden social y son el verdadero oxígeno en el fuego de los pensamientos irracionales, acientíficos. La denuncia es hacia la opinión desde la emoción, desde el prejuicio sin escuchar y sin valorar previamente de forma categórica con la dicotomía amigo/enemigo, tan de moda, en vez de intentar ir a la raíz e intentar ver qué conocimiento sacar de la opinión ajena. Escucha empática, desde la razón, intentando converger hacia una opinión conjunta entre extremos y posiciones enfrentadas”.

¿Por qué? “Porque la democracia actual se está pervirtiendo, porque se está perdiendo la esencia de la representación pública y cada vez con temas tan horribles como el populismo se está pervirtiendo la democracia y nos estamos cargando la herencia cultural de más de dos mil años de civilización que nos ha llevado hasta lo que somos”.

¿Para qué? “Merece la pena reflexionar sobre ello porque choca con los pilares sociales de los principios y valores de nuestras sociedades, contra la ética que nos humaniza… Los puntos de vista funcionan para encontrar el punto común que enriquece la idea central”.

Dialéctica. Y, ¿qué es la dialéctica? El diálogo entre contraposiciones de concepción o tradición. El diálogo entre dos argumentos que cumplen reglas de inferencia. Sucede entre personas que se reconocen como iguales a nivel de razonamiento y a nivel de lógica. Su contrario es la retórica, en la que no interesan los demás, y el emisor solo quiere convencer a través de la persuasión.

Evitar la dialéctica es evitar el progreso porque su lógica busca comprender y expresar situaciones de contradicción.

¿Quién se opone a la Dialéctica? El Populismo, que es retórico y simplón. No hay dudas de que el Populismo es el síntoma más evidente de la decadencia de la ética humana y de la escasez de códigos morales en la era de las Redes Sociales, un instrumento cultural de la hegemonía política que se ejerce sobre la cultura de masas.

Ya de esto nos advirtió Friedrich Nietzsche, quien identificó a la cultura de masas como una enfermedad histórica y señalaba como elementos polémicos la desconfianza hacia el igualitarismo, el ascenso democrático de las multitudes, el razonamiento hecho por débiles para débiles, en un universo construido no ha medida del superhombre, sino del hombre común.  

Ésta mención en el primer capítulo de Apocalípticos e Integrados, está acompañada de una interpretación de Umberto Eco, quien añade que “la desconfianza hacia una cultura de masas es desconfianza hacia una forma de poder intelectual capaz de conducir a los ciudadanos a un estado de sujeción gregaria, terreno fértil para cualquier aventura autoritaria”.

Seguidamente el periodista italiano caracteriza lo que Santaolalla denuncia: la cultura de masas genera “productos de nivel ínfimo y de nulo valor estético, explota y banaliza los descubrimientos de vanguardia reduciéndolos a elementos de consumo, dando como resultado posturas banales, y un complejo de ideas, gustos y emociones pasivas y esclerotizadas”.

¿Dónde está el peligro? Según Eco, “en que la forma de solucionar el problema no es cultural, implica operaciones políticas, por tanto, una política de la cultura”.

Una política de la cultura que ofrezca un robustecido modelo cultural sostenido por los más eficaces instrumentos culturales de sabiduría.

Hoy no tratamos de entender sino de organizar productivamente las actividades síquicas. Evitamos los vacíos mentales con objetos tecnológicos que nos proveen de figuras estereotipadas y prefabricadas. Nada en esos objetos tecnológicos es natural y espontáneo, ni siquiera este texto. Mantenemos alejadas las imágenes interiores, y los sentimientos intensos que provoca la imaginación. No soñamos despiertos. Evitamos reflexionar. No queremos vivir esta vida normal, queremos mirar, escuchar, contemplar cosas que imitan la vida ideal que aspiramos. Evitamos vivir en primera persona para vivir la vida de otros, detrás de otros.

Entonces, concluyo coincidir con Slavoj Zizek, quien recientemente declaró a "The Guardian": «La felicidad nunca fue importante. El problema radica en que nosotros no sabemos qué es lo que realmente queremos. Lo que nos hace feliz es el no alcanzar lo que deseamos, sino soñarlo. La felicidad es para oportunistas. Entonces pienso que la única vida de profunda satisfacción es una vida de una eterna lucha, especialmente, la lucha contra uno mismo. Si quieres mantenerte feliz, solo sigue siendo estúpido. Los auténticos eruditos nunca fueron felices; la felicidad es una categoría de esclavos».

 


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